lunes, 19 de noviembre de 2012

No te abandonaré.

Era una chica atrevida. Era capaz de cualquier cosa. Y supongo, que también amaba el mundo. Vivía enamorada, pero no de una persona, ni siquiera de si misma. Vivía enamorada del mundo que la rodeaba. Quería cambiarlo todo. Conseguir un mundo perfecto. Una naturaleza equilibrada. Una sociedad ideal. He vivido demasiados años, y jamás había imaginado que una persona fuese tan diferente. Que una persona, podía vivirlo todo, como si fuese su último momento. Recordaba siempre lo bueno, ignoraba lo malo. Ella sabía perfectamente, todos mis errores, mis fallos, y mi mala forma de vivir, y sin embargo, me amaba, tal y como yo era. Nos queríamos. Ella amaba mi imperfecta forma de ver el mundo, de odiar lo que soy, y sin embargo, yo la quería por todo lo demás, y todo lo contrario. Eramos diferentes, el uno del otro. Ella no era como yo, para nada ! -dijo golpeando la mesa con sufrimiento.- Ella era todo lo que yo quería ser. - una pausa en su voz, por una cantidad injusta de lágrimas acumuladas.- 
Y ahora, no sé qué haré, se ha perdido. Todo. Parece...que no recuerda todo lo que sentía. Parece...que no sabe ni quién soy yo.
La suelo mirar a los ojos, profundamente, mientras pienso " por favor, dime que me sigues amando, que recuerdas todo lo vivido". Pero no funciona. Ya no siente nada. No sabe...-otra pausa, está vez, más profunda en su dolor.- No sabe porqué sigo a su lado. 
-muy decidido, se levantó de su silla, y continuó leyendo. Esta vez, con fuerzas, animándose a continuar.- 
Porque pase lo que pase, quiero que sepa, que soy yo, el que siempre ha estado a su lado. Me abandonó, y la esperé. Me dejó de querer, y la ayudé. Me quiso, y la recompensé por ello. Nunca la aparté o la imaginé fuera de mi vida. No consiento, que se aleje. No, no ahora. Prometo dejar todo lo que me supone un "yo mismo". Prometo cambiar todo lo que haga falta. Prometo sustituir todos los humanos del mundo por vampiros, si hace falta. Prometo dejar el mundo, si ella me lo pide. Mi única meta, mi única salvación, es verla a mi lado. Verla sonreir. Sus ojos, sus caricias, su sonrisa, y todo lo que la rodea, me hace sentir diferente. Me hace olvidar, quien soy verdaderamente. Así, si alguien se interpone entre nosotros, como está sucediendo ahora, no cambiará nada. Sigo a su lado. Y nunca, nunca, -pausando sus palabras. Sonriendo.- La abandonaré. - Arruguñó su papel entre sus manos, y salió por la puerta. Tenía una chica a la que salvar. A la que proteger del verdadero caos del mundo.- 

No hay comentarios:

Publicar un comentario