De echo, siempre te tuve en mi imaginación.
Pero....¿Qué fueses real? Já. Eso si que no lo pensé nunca.
El otro día me lo demostraste. Ahora puedo creer plenamente en ti.
Confiar, en poder contarte mis penas, mis alegrías.
Un amigo...un amigo extraño.
Sam.
No hay comentarios:
Publicar un comentario